Efectos de las aguas mineromedicinales en los mayores

Las aguas sulfuradas del balneario de Laias son un reclamo para los usuarios de las residencias que pertenecen a la Fundación San Rosendo, que ha puesto en marcha en colaboración con La Región e Inditex el proyecto Experiencia activa, que fomenta el envejecimiento activo entre las personas mayores. Los usuarios encuentran en estas aguas mineromedicinales beneficios tanto a nivel psicológico como físico, al estar recomendadas para dolencias reumatológicas como artrosis y lumbalgias así como dermatológicas como psoriaris y eccemas.

La consulta médica es fundamental para realizar un seguimiento de la cura termal. «Cuando el paciente llega lo que hacemos es valorarlo de forma personalizada para después pautar un tratamiento termal», explicó Ada Mercedes Sevares, médica de los balnearios de Laias, Arnoia y Lobios, que pertenecen a Caldaria. Tras la consulta, médicos y fisioterapeutas acuerdan el protocolo que se aplicará. «Combinamos la fisioterapia en la piscina o el gimnasio dependiendo de la patología del paciente, que será fundamental para determinar si se trata en un ámbito o en otro», explicó Kamil Brzezinski, el fisioterapeuta. Entre los tratamientos más demandados está la balneoterapia; es decir, bañeras, chorros, el trabajo en piscina y los derivados del masaje. El grado de satisfacción de los clientes es tal es que «entre el 40 y 45 % de ellos quieren volver a repetir las curas termales en nuestras instalaciones», destacó Sevares.

Las aguas sulfurosas también brindan a sus usuarios beneficios en el ámbito estrictamente estético. «Aproveitamos as propiedades destas aguas para tratamentos corporais xa que ao ser sulfurosas son boas para a piel», explicó María José Rodríguez, responsable de estética. Por ejemplo, a la hora de realizar envolvimientos de algas, orientados para los tratamientos reductores, se apoyan en estas aguas mineromedicinales.

Fuente: La Región