Elvira Maroño: la Meryl Streep de la residencia

Decía Carlos Gardel en su famoso tango que “veinte años no es nada”, pero Elvira Maroño, usuaria de la residencia Virgen Blanca, demuestra que 88 tampoco y que a esa edad uno aún puede hacer una vida plena, incluso ayudando a los demás.

A menudo, asociamos la llegada de la jubilación con una época donde el ritmo de vida baja de una forma frenética y uno pasa los días en el sofá de casa viendo la vida pasar, pero hay personas que nos recuerdan que es justo lo contrario, uno empieza a tener tiempo libre y lo puede dedicar a las cosas que más feliz le hacen. Una persona que ejemplifica esta situación perfectamente es Elvira Maroño que, a sus 88 años, disfruta de su vida en la residencia Virgen Blanca de Ourense, perteneciente a la Fundación San Rosendo. “Dicen que los años no pasan por uno, pero claro que pasan, pasan y se quedan”, asegura Elvira, que explica que le faltan horas en el día para hacer todo lo que quiere.

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