«Banco de lembranzas»: un proyecto para cuidar las historias de vida de los mayores

El equipo multidisciplinar de la Residencia Divino Maestro, de la Fundación San Rosendo, participa en el proyecto “Banco de lembranzas” y entrevista a los mayores cuando ingresan para personalizar los cuidados y adaptar las actividades a sus gustos y aficiones

Tiene 99 años y se pinta los labios todos los días. Amparo Fernández ingresó hace apenas dos semanas en la Residencia Divino Maestro, de la Fundación San Rosendo, y nada más llegar le grabaron su historia de vida, una entrevista en la que contó que fue ama de casa, que tiene tres hijos y cinco nietos, que es muy coqueta y le gusta jugar a las cartas.

“El equipo multidisciplinar del centro participa en el proyecto ‘Banco de lembranzas’ y recopila datos sobre los mayores porque esa información es muy importante para personalizar los cuidados y adaptar las actividades a sus gustos y aficiones”, explica Mónica Pereiro, la directora de este centro, en el que conviven 65 personas con una media de edad de entre 88 y 89 años.

Esta presumida nonagenaria de Portomourisco (Petín), pese a ser la más veterana de la residencia, está cognitivamente muy bien, pero cuando no es así, es la familia la encargada de facilitar esta historia de vida con la que luego trabajan la dirección, el educador social, el enfermero o el fisioterapeuta. La graban desde hace tres años y cuentan con una treintena. “Empezamos con un proyecto piloto y vimos que funcionaba muy bien. Es una información muy positiva para conocer las circunstancias del residente y que le resulte más cómodo y confortable adaptarse al centro. Intentamos que su vida de ahora se parezca a su vida de antes”, dice Pereira, que  asegura que ya tienen más de 15 residentes de más de 90 años.

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