La Fundación San Rosendo organizó un año más su concurso de postales, en esta ocasión bajo el título de “Una nueva Navidad”. El objetivo es “compartir mensajes de esperanza para el nuevo año” a pesar de la distancia. Se impuso como ganadora la propuesta de la Residencia O Incio para personas con discapacidad, por lo que se convertirá en la felicitación corporativa de la Fundación, mientras que la postal elaborada por la residencia Divino Maestro, que recrea el Nacimiento en Ourense y hace alusión a esta ciudad bajo la frase “La Navidad será la fuente de nuestra fortaleza”, fue destacada por su belleza con un puesto de finalista. Además, lograron accésits las obras elaboradas desde los centros de San Martiño (A Mezquita), Stella Maris (Nigrán), Santa Teresa (A Cañiza), Nuestra Señora de Fátima (A Rúa) y Santa Cruz (Ourense).
Esta es ya la IX edición del certamen, que forma parte de la iniciativa Experiencia Activa promovida por la Fundación San Rosendo y La Región con el patrocinio de Inditex. Los participantes entregaron más de 150 postales.
El concurso de postales navideñas se puso en marcha hace nueve años para promover la participación de las familias en las actividades de los centros, invitando a todas ellas a crear una postal. Este año, debido a la crisis sanitaria provocada por el covid, se pidió a los usuarios que mostraran en sus postales cómo es la nueva realidad de las residencias y la conexión con las familias a pesar de la distancia, con mensajes de ánimo dirigidos a la sociedad. De esta forma, surgen propuestas de Nacimientos con mascarillas o la recreación de fiestas navideñas con restricciones.
Desde la Fundación subrayan que “las manualidades ofrecen múltiples beneficios para las personas mayores. Proporcionan un envejecimiento activo a través de la estimulación cognitiva y mejoran la psicomotricidad mediante la elaboración de trabajos que requieren destreza manual”. Además, “estas manualidades fomentan su socialización y, a nivel físico, se ejercitan las manos, que, a menudo, pierden elasticidad y movilidad con el paso de los años”, añaden. Sin olvidar que, a nivel emocional, “las actividades manuales refuerzan la autoestima del mayor. El reconocimiento de su entorno más cercano fomenta también este sentimiento de superación personal”.