Valoraciones de los beneficios y resultados del Banco de Lembranzas

Reportaje residencia Santa marta en Santa Cruz de Arrabaldo 16-6-16

La residencia Santa Marta, de la Fundación San Rosendo, es el epicentro del proyecto Banco de Lembranzas, que, enmarcado en el Proyecto Experiencia Activa, persigue luchar contra el deterioro cognitivo de los mayores.

El Banco de Lembranzas, iniciativa puesta en marcha por la Fundación San Rosendo y La Región el verano de 2014 para recuperar y mantener vivas las historias de vida de los mayores, sigue aumentando el número de historias de este particular baúl de los recuerdos. La previsión es que este mes de junio acabe con 116 grabaciones, cuyos protagonistas son mayores de ocho centros de la fundación: Os Gozos, Nuestra Señora de la Esperanza, Divino Maestro (las tres en Ourense), Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Arnoia), Nuestra Señora del Mundil (Cartelle), Nuestra Señora de las Nieves (Maceda) y Nuestra Señora de la Salud (A Peroxa).

La residencia de mayores Santa Marta es el epicentro de este proyecto y el médico de este centro, Roberto Fernández, es el impulsor del Banco de Lembranzas, que cuenta con la ayuda de la educadora Carolina Fernández. Explicó que el objetivo es «recuperar y mantener vivas las historias de vida de personas mayores para promover un envejecimiento activo y mejorar la atención a personas con deterioro cognitivo». Mediante entrevistas personales, se recaba la máxima información sobre el residente para que, posteriormente, mediante el recuerdo de esas vivencias, los profesionales de atención directa obtengan los mejores resultados en las tareas asistenciales de procesos de deterioro cognitivo. Las entrevistas son grabadas en vídeo y el personal de cada centro les hacen preguntas personalizadas a cada usuario participante. «Se trata de recuperar su pasado y, de algún modo, obligarlos a echar la vista atrás y recordar hechos y etapas de su adolescencia, si fueron emigrantes, su trabajo o aspectos estacados de su vida adulta, entre otras», apuntó Fernández.

Pero la intención va más allá. El Banco de Lembranzas tiene también un alto valor antropológico, ya que permitirá conocer las condiciones de vida de la sociedad gallega de las primeras décadas del siglo XX y «buscar las claves de conducta de éstas personas, que muchas veces responden a situaciones vividas».

La iniciativa, pionera en España, dejará recuerdos tan emotivos como el de Preciosa, cuya mayor pena en la vida fue que su única hija emigrase a Australia. Desde entonces, nada le resultaba grato. Su deseo se hizo realidad gracias al Banco de Lembranzas, ya que semanalmente la veía y escuchaba a través de videoconferencias. Es más, llegó a «conocer» a sus nietos.

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