Só tres aniversarios

Sorpresa de la homenajeada

– Consuelo, ¡vas a soplar las velas! ¡Es tu cumpleaños!- Consuelo no responde.

– ¡Felicidades, Consuelo! ¡Tenemos un regalo para ti!- No hay respuesta. Pero Consuelo ríe, se agita, aplaude. Es su prueba de contacto con la realidad; no puede decirnos cuántos años cumple, ni cuántos ha cumplido entre nosotros. A veces las palabras sobran, nos lo recuerdan todos los días.

Entre gritos felicitamos a Manuel, el audífono es caprichoso. Una sola repetición y Manuel sonríe, quizás los años desarrollan una percepción más selectiva.

Y también a Cristalina, que enferma nos recibe en su tranquila habitación. – Gracias, nenas, moitas gracias.- Abre con cuidado sus regalos y los guarda en el armario.

Momento de baile

En la sala común, la fiesta transcurre entre música, bailes, globos y glotonería por la deliciosa tarta que Sira nos ha preparado con tanto cariño. Se respira alegría a un ritmo que rompe con la rutina diaria.

Vicenta lo tiene claro. Su experiencia pone de relieve la importancia de las celebraciones.

La próxima, el Magosto: en esta ocasión castañas y chorizos aunarán protagonismo, pero lo esencial no cambia, el centro adquirirá tintes festivos y el buen humor se extenderá como la pólvora.

Desde Outomuro, éste es sólo un ejemplo de lo que acontece en los centros de la Fundación diariamente. Tanto nuestros mayores como su engranaje de profesionales tenemos el privilegio de asistir a este oasis del Tercer Sector. En un contexto de desesperanza generalizada, acontecimientos tan pequeños y tan grandes como éste hacen que el estado de bienestar continúe siendo una realidad tangible. Por ello, aprovecho la ocasión para agradecer a la Fundación la oportunidad de pertenecer a este colectivo y, por supuesto, a nuestros usuarios por hacerlo posible.

Celebración de cumpleaños

Texto y fotos: Belén Pardinas Duró (Nuestra Señora del Mundil – Outomuro)